Oficialmente, terminé el primer año de la maestría (increible...).
Ahora soy "second-year" en la Harris, una "distinción" para la cuál no estoy lista en lo absoluto.
Cuando uno llega de nuevo (o de "newbie") las cosas parecen más grandes de lo que en realidad son (he ahí la belleza de la retrospectiva): la universidad se siente imponente, los profesores se observan paridos por Zeus, los compañeros inteligentísimos, la ciudad una extraña imposible de comprender, el clima un hijo de Júpiter que no ayuda en nada, y los de segundo año son unas figuras admirables e inalcanzables. Al termino del primer año académico, uno se da cuenta de que la universidad no es tan asfixiantemente imponente, que los profesores son más bien terrenos (aún cuando existen sus salvadas y meritorias excepciones), que algunos compañeros son brillantes pero que otros NO SON tan inteligentes como uno creía, que la ciudad se entrega al que la espera, que el clima sigue siendo de la chingada y el invierno interminable, y que los chicos y las chicas de segundo año en realidad hace poco se veían y se sentían igual o peor de confundidos que uno. Total que mucho se entiende hasta que es uno el que se encuentra en el umbral del "segundo año": ese periodo en el que se supone que uno ya se las sabe de todas todas. Mentira garrafal. Uno sigue sin saber la mitad de las cosas que se le atribuyen.
Sin embargo, todos esos "no te preocupes, vas a sobrevivir", "acuérdate de comer y dormir bien", "ya cenaste?", "mira, no es tan complicado, te explico de nuevo" que en un principio se sentían distantes y un poco condescendientes se llegan a entender hasta junio siguiente cuando ves a los "grandes" comprando la toga y arreglando la logística de la graduación. Lo cierto es que los voy a extrañar, no sólo a aquellos con los que logré amistar en serio (la mafia defeña, las guapérrimas, el Buki-man y Super-Soo) sino también a todos los personajes que deambulaban por la escuela y que hasta el día de la graduación, mientras los nombran para entregarles el diploma y ponerles la capita de master, terminé por enterarme cómo se llamaban mis bautizados: el fantasma del quiet study area, el gatopardo, la loca de la cantimplora, el chino-sonrisas, el "debut y despedida"...
Y mientras desfilan, se me hace el ojito Remy... junio de 2006, -ready or not- aquí voy.
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