Thursday, August 31, 2006

Saturday, August 26, 2006

Actitudes (#3)

Supposing . . . It's time to smother romance in its sleep
Charlie Brooker
Friday August 25, 2006
The Guardian

Hands up anyone who's had a great experience with romance. Now put your hands back down and stop lying. Romance never works. Romance never does what it says on the tin. Romance, ultimately, is bullshit.

If I sound jaded, it's because I am. I'm so sick and tired of love and its pitfalls I can scarcely lift my fingers to type. If love were a product, the queue at the faulty goods desk would stretch right round the universe and back. It doesn't work properly. The seams come apart and it's full of powdered glass.

Each fresh romance has two potential outcomes: 1. One of you falls heavily, and quickly, until this helpless, unattractive neediness sends the other running for the hills; or 2. by some miracle, your desperate neediness levels balance out, and you stay together for several years - until the love between you withers and dies, at which point one or both of you will stagger away, howling like a wolf with a hook in its gut, wounded beyond reason.

When you're smitten, romance is a thrilling high-wire act over a looming lake of woe. Your head's full of music; the first few steps are a joyful scamper. Then the skies darken, the breeze picks up, the tightrope shudders and you fight to retain your balance. In your heart of hearts, you know you're heading for a tumble, but you're out and exposed and there's no turning back - and who knows, maybe you'll make it?

Imbecile. Of course you won't. Instead, the rope snaps and suddenly you're plunged back into the monochrome work-a-day reality of flowers in the dustbin and dogs being sick on the pavement.

At this point, wandering in a post-romantic shock, things get even worse. Being numb and distant somehow renders you magically attractive to others. It's sod's law in action, and before you know it you're abusing the privilege. Hungering for another go on the tightrope, you hurl yourself at the nearest admirer, but since the love canary's recently flown your cage, you're selfish, robotic, and doomed to wipe your arse all over their soul. Congratulations: you've become an emotional vandal. And you'll do it again and again until you meet another special someone - only this time the tightrope's higher up and more precarious, and you're so scared of falling that your feet shake the moment you step aboard.

On and on and on it goes, and there's no end to it. This madness must be stopped. We can medicate depression into oblivion; why not romance? A preventative tablet, perhaps, or an adhesive patch that suppresses the relevant endorphins, which you can slap on your skin at the first sign of attraction, killing romance dead, stopping you in your tracks before you make a fool of yourself or a hapless Aunt Sally of another. And sizzled on the back of every packet, embossed on every patch, just to keep things melancholic and swoonsome, you'd find the last line from Graham Greene's The End of the Affair - the battered protagonist's final plea, which sums up the absolute aching awfulness of romance so eloquently it makes your heart nod along with tears in its eyes: "O God, You've done enough, You've robbed me of enough, I'm too tired and old to learn to love, leave me alone for ever."

Anyway. Next week: some jokes.

Guardian Unlimited © Guardian Newspapers Limited 2006
http://www.guardian.co.uk/Columnists/Column/0,,1858035,00.html

Friday, August 25, 2006

Si pudiera...














Si pudiera llevarme una obra del MOMA, me llevaria "El Imperio de la Luz" de Magritte. Posted by Picasa

Amanecer Nokia en Brooklyn Bridge


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"Parqueando" en Central Park




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Por la virtud de la reflexion y la autocritica

Juan Villoro
Derrota y esperanza

Gracias a Vicente Fox, México pasó de la dictadura perfecta a la caricatura perfecta. En su sostenido afán de convertir la política en chistorete acaba de decir que los pesimistas buscan "el prietito en el arroz" sin advertir que el país es una magnífica paella. Oaxaca está en llamas y el Distrito Federal enfrenta una de sus peores crisis, pero el Presidente nació para silbar y hacer chistes.

En este contexto es difícil ser optimista desde la izquierda. Las elecciones del 2 de julio nos dejaron la impresión de atravesar a nado el océano para ahogarnos a unos metros de la orilla. La tristeza ante la oportunidad perdida ha nublado nuestro juicio. El PRD se convirtió en la segunda fuerza en el Congreso y aumentó su presencia en la capital. Es difícil reparar en estas buenas noticias cuando hay asuntos más graves, pero el futuro de la izquierda dependerá de construir a partir de lo que ya ha ganado y de invitar a su mesa a la autocrítica, esa señora con fama de extranjera.

López Obrador insiste en actuar exclusivamente desde el agravio. Pero lo que está en juego no es sólo quién ganó la Presidencia sino el porvenir de una alternativa que combata la desigualdad social sin dañar las libertades individuales.

La derecha propone un proyecto discriminatorio y de defensa de privilegios. Los más favorecidos se ven tentados a apoyar un esquema que los defiende. La paradoja es que sólo si se incluye a los demás tendremos una nación viable. Tarde o temprano, los desajustes laceran y fracturan.

López Obrador apareció como un líder carismático ante las multitudes y poca paciencia ante las ideas. No era un candidato perfecto pero es difícil que uno lo sea. En 2006 enfrentamos una situación histórica con actores de segunda fila. Una épica protagonizada por extras.

Nuestra ausencia de trato democrático nos lleva a creer que todo apoyo es un cheque en blanco. Por eso, en el acto de campaña dedicado a la cultura, comenté ante López Obrador que la izquierda no puede ceder a la tentación del mesianismo: sólo cumplirá sus objetivos cuando ofrezca la mejor plataforma para ser criticada.

¿Había posibilidad de crear un proyecto plural más allá del líder? Nuestra hora parece exigir figuras de excepción. Muy poca gente conoce al presidente de Suiza, y sorprendería poco que fuera un reloj cucú. En cambio, nuestros mayúsculos problemas reclaman a un prócer que nadie ha visto por ninguna parte. Si la política se piensa como un teatro donde sólo intervienen los caudillos, está claro que no hay alternativa. Pero la historia muestra que existen las corrientes, los relevos, los contrapesos.

Muchos votamos por López Obrador pensando en una izquierda aún por construirse, capaz de combatir la inercia corporativa del PRD, el partido que descubrió los taxis pirata como opción política. No es una tarea fácil, pues enfrenta escollos dentro y fuera de la izquierda.

López Obrador recibió ataques deleznables. Un candidato legítimo fue presentado como "peligro para México". A esta disparidad se añadió el desvío de fondos del programa Oportunidades hacia la campaña del partido oficial, documentado por José Reveles en su libro Las manos sucias, y los pactos corporativos con Elba Esther Gordillo y su poderoso sindicato.

Sin embargo, a pesar de la campaña del miedo y la parcialidad del gobierno, López Obrador pudo ganar la Presidencia. Hay que condenar los obstáculos aviesos que se le pusieron, pero también sus propios errores. No asistir al primer debate fue una afrenta al diálogo. Mientras sus enemigos lo comparaban con Hugo Chávez, él hizo poco para convencer que era un candidato para todos, capaz de negociar con empresarios, profesionistas, vecinos, gente distinta a quienes lo vitoreaban en las plazas cuando le decía "chachalaca" al Presidente. Quizá inspirado en el propio Fox, que llegó a Los Pinos con la promesa de capturar "tepocatas", López Obrador acudió a otra especie del bestiario popular. Pero los símbolos operan de manera caprichosa. Fox proviene de la derecha, fue gerente de la Coca-Cola, gobernó un estado muy tradicional. En su caso, los arrebatos populacheros lo acercaban a un público distinto al suyo. En cambio, López Obrador habló de chachalacas para satisfacer al núcleo duro de sus fieles, gente dispuesta a seguirlo a donde sea que para su desgracia no forma mayoría.

En el libro 2006. El año de la izquierda en México, coordinado por Guillermo Zamora, escribí que López Obrador era un caudillo formidable y un limitado estadista. Apoyarlo significaba creer en un proyecto colectivo. Había signos alentadores para ello: José María Pérez Gay se perfilaba como responsable de la política exterior y Juan Ramón de la Fuente en la política interior. Los resultados que hasta ahora tenemos han cambiado esta ecuación. López Obrador pide defender una agenda que no formó parte de la campaña: desconocer las elecciones y transformar el país a través de la resistencia civil. Para ello será necesario otro pacto que no puede depender exclusivamente del agravio, sino que debe pasar por la admisión de errores y las propuestas concretas de renovación.

El recuento total restablecería la credibilidad de los comicios. Esta reivindicación legítima ha sido empañada por estrategias antidemocráticas, como solicitar la intervención del Tribunal Electoral y condenar de antemano su fallo, irrumpir en una ceremonia en Catedral, bloquear avenidas con apoyo del gobierno de la ciudad. Las marchas y los mítines hubieran sido la mejor fuerza moral hasta el 6 de septiembre. Una vez conocido el fallo, se podría actuar en consecuencia. Ahora se corren los riesgos de la pérdida de capital político, la provocación y, lo peor de todo, la represión.

La esperanza debe pasar por la autocrítica. No hemos llegado a la orilla, pero la culpa no es sólo del proceloso mar, sino de la forma en que tratamos de cruzarlo. Hay cosas que salvar en lo que queda del naufragio. No se trata de ser conformistas. Se trata de impedir una segunda derrota. Esta vez entre nosotros.




http://www.reforma.com/editoriales/nacional/680605/


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Sunday, August 06, 2006

En retrospectiva

Ante la inminente partida, la ciudad se mira con distintos ojos. Hay una parte de mi que se emociona con el regreso mientras que otra se parte en pedacitos al reconocer que dejo lo que considero ya mi casa. Es curioso, pero entre tanto movimiento -pasantias de verano, viajes, visitas a MX-, Chicago siempre fue "mi casa". Sin pensarlo dos veces respondia: "My flight just landed. I'll be home in no time" o si estaba fuera de EE.UU. no era raro expresar un "I'm dying to get home now!" sobre todo si habia varias conexiones de por medio.


Silenciosamente, Chicago se convirtio en mi hogar de facto y emocional. Y asi silenciosamente, Chicago se me sale del corazon, se me escurre por una ranurita que se abrio cuando todo termino por confirmar que lo que procedia ahora era el regreso. Yo, que me doy cuenta de ese huequito malicioso intento desesperadamente rellenarlo de memorias de todo lo que no hice en los ultimos anhos: recorrer vecindarios en los que nunca estuve, buscar esos cafecitos de barrio escondidos entre callecitas a las que nunca puse atencion, comer lunch en Millenium Park con musica gratuita de fondo, peliculas en el Facets, el Landmark y el Music Box...


Es como si el romance hubiera terminado. Chicago y yo nos decimos adios y en ese desespero por dar un buen cierre, Chicago se presenta espectacular -maldita, como diciendo "mira lo que dejas... la que pierdes eres tu". O sera que asi la veo yo, toda ansiosa por tener ahora lo que ya no puedo? No me queda muy claro pero creo que hay un poco de verdad en ambas cosas. Asi, preveo que como en toda relacion que termina, la evaluacion vendra despues, a la distancia, con la cabeza y el corazon frios. Ahora, estoy "recabando" informacion para tal diagnostico.

Dame Chicago, tu dame. Yo, recibo.

Thursday, August 03, 2006

umh....???

Tomado de La Jornada, 31 de julio de 2006 del discurso de Andres Manuel Lopez Obrador en la asamblea informativa del pasado domingo, donde se somete a votacion popular la instalacion de los campamentos y bloqueos en la ciudad de Mexico.


"Escuchen bien, amigas y amigos, lo que les voy a decir, quiero una respuesta de ustedes, sincera, que lo pensemos, aunque sea un instante, les propongo que nos quedemos aquí, en asamblea permanente, hasta que resuelva el tribunal. Les propongo que aquí nos quedemos, que permanezcamos aquí, día y noche, hasta que se cuenten los votos y tengamos un presidente electo con la legalidad mínima que nos merecemos los mexicanos.

[...]

Sé, amigas y amigos, que no es sencillo ni fácil lo que les estoy proponiendo, pero es lo que sentimos más conveniente para nuestra causa.

De nueva cuenta, les pido su atención porque voy a poner a consideración de ustedes esta propuesta. Les pregunto, ¿nos quedamos? ¿Sí o no?

Voy a volver a preguntar de otra forma.

Los que estén por que nos quedemos, que levanten la mano.

Los que no estén de acuerdo que levanten la mano.


¿Abstenciones?

Nos quedamos. "


No cabe duda, somos ejemplo de democracia.

Regresa la importancia de los matices, pero tambien de los medios sobre los fines.

Wednesday, August 02, 2006

Ambiciosa hasta la infamia

"If I could, I would want to see everything. My eyes are infamously greedy", Shomei Tomatsu

Hoy que venia escuchando Chicago Public Radio me toco la retrosprectiva de este fotografo Japones de quien tuve la oportunidad de ver su exposicion "Skin of the Nation" el verano pasado en la Corcoran Gallery of Art en D.C. Sus imagenes me persiguen todavia, en particular, la de la mujer sobreviviente de la explosion atomica. No me malinterpreten, la fotografia de Tomatsu no es sordida sino mas bien critica. Si la exposicion llega a sus ciudades, vayan y disfrutenla.


Reflexion: quiero ser una paleta de hielo y vivir en mi congelador... dentro de mis impaciencias, la de los climas calidos es la peor. El vaso, medio lleno y medio vacio al respecto.

Desde el cruce de North & Wells me divierto con los personajes que deambulan por la ciudad.