Como nueva residente (aunque no inmigrante, para tranquilidad del gobierno de los EE.UU.) asumo que muchas de las pre-concepciones que uno tiene de esta cultura debieran de cumplirse. O al menos, eso espera uno. Después de un mes de clases (y de residencia) caigo en cuenta de que esto no es necesariamente realista.
Por ejemplo, la puntualidad en Mexico es una cosa extremada difícil de encontrar y de alcanzar. No deseo "tirarle" a mi noble raza azteca: la subvaloración de las consecuencias de la impuntualidad en México y en el resto de América Latina es un fenónmeno interesante y en muchas ocasiones, conveniente. En contraste, uno sabe que la puntualidad es uno de los rasgos más característicos de la cultura estadounidense. Si uno lee: "Conferencia X comienza a las 6.00 de la tarde" la conferencia comienza a esa hora. Quizás con un minuto de retraso si es que el micrófono no se escucha y hay que cambiarlo por otro (o conectarlo o prenderlo, que también sucede...), pero en general, la gran mayoría de las situaciones (me atrevería a decir que casi casi en el 95%), lo que se agenda o se programa a una hora, sucede a esa hora.
Ahora entonces, qué hace una mexicana para de pronto, desactivar el chip de mi cerebro que dice "la impuntualidad no es tan mala" y activar el de "no hay de otra: tienes que llegar a tiempo". Todos los que contestaron "ensayo y error", tienen 10 puntos. Todos los que contestaron "programarte desde la noche anterior, hacer tu mochila con tiempo, preparar tu lunch, levantarte temprano, etc." no entienden la naturaleza del proceso en el que me encuentro. Todo parece indicar que debo de deshacerme de años y años de malos habitos.
A qué viene todo esto? Al asunto de los autobuses y sus horarios. Como bien saben, vivo relativamente cerca de la escuela. Sin embargo, cuando se trata de llegar a tiempo (cosa que me está costando!!!) uno tiene que confiar en el servicio público de transporte. Después de todo, es un asunto de comparar 30 minutos caminando VS 10 en el autobus. Si uno está desayunando y se da cuenta de que ya son las 8.10 AM y no llega ni a golpes a tiempo a clase de las 8.30, uno puede tranquilizarse un poco y pensar: "no pasa nada, tomo el autobus y listo". Para los que no lo sepan, esta es la primera vez en mi vida que no cuento con transporte propio alguno (lo se, fui bastante consentida). Bien, pues hasta ahora, mi problema con los autobuses se había reducido a que era yo la que llegaba tarde a la parada del autobus (o al menos eso creía). Pero lo de hoy fue completamente surrealista.
La clase de hoy a las 8.30 AM es Economía Política (para la que hay que leer unas cargas completamente irreales de textos). Así que me levanté un poco tarde (7.30 AM). Me di un regaderazo, una medio peinada, hiervo el agua para la avena (Quakerazo vil) y preparo mi lunch y la mochila, todo esto, con unas ojeras terribles al tiempo que pienso "qué sueño, lo que no daría por 30 minutos más de sueño". Termino de arreglarme, comienzo a desayunar y me digo "madres! son las 8.15!! No voy a alcanzar el camión de las 8.25!!!" Finalmente logro salir a las 8.21 con exactos 3 minutos para llegar a la parada del camión. Al doblar la esquina en la 53, veo que a cuadra y media el camión va dando la vuelta. Seguramente TODOS saben la letania que pasó por mi mente (muchos *&^%$#@). OK, no hay que caer en pánico, hay otro que pasa en 15 minutos. Después de todo ya voy tarde y si camino haré lo mismo que si lo espero. Llego a la parada y me pongo a leer.
8.39 AM : Reojo al reloj y a la calle... "no tarda en pasar el camión"...
8.43 AM : Ok, viene tarde...
8.45 AM : (Histérica) Dónde está el camión!!! (inhalo, exhalo, inhalo, exhalo); me debato entre comenzar a caminar o esperar el de las 8.55... decido esperar (solo faltan 10 minutos, cierto?)
8.55 AM : (viendo hacia el final de la calle), "ok, vamos, aparece..."
8.59 AM : (histérica no captura la dimensión del estado en el que me encontraba)... "DÓNDE ESTÁ EL CAMIÓN"???
9.05 AM : (en franca autoflagelación emocional y mental) "cómo es que no caminé!!!"... segundo cuestionamiento: "camino o espero?"
9.12 Am : (un dolor de cabeza comienza a desarrolarse en el hemisferio derecho de mi cerebro)
OK, camino, ya... no puedo esperar más! Guardo los papeles que según yo estaba "leyendo", cierro la mochila y en eso, veo que las puertas del autobus se abre (al fin!!!). Entro y en total estado de consternación le pregunto a la chofera "qué camión es este??". Imagínense la cara de la chica. "El 172 de las 9.10, por supuesto"... "POR SUPUESTO"???? Me gustaría conocer cuál es ese supuesto...
Conclusión: no tengo más fé en la puntualidad de los autobuses. Como es de esperarse, llamé a la oficina de servicio al cliente del CTA (Chicago Transit Authority) primero, a preguntar si es que habían cambiado los horarios. La respuesta absoluta (y con el mismo tono condescendiente de la conductora del autobus de las "9.10 AM") me dice "no, si los hubieramos cambiado usted se habría enterado". Entonces me quejo! La verdad, no se si mi llamada haga alguna diferencia porque el problema inmediato es poder tomar el autobus a tiempo!! Así que no tengo más fe en la puntualidad de los mismos. Por lo pronto y hasta que el clima me lo permita, haré lo posible por salir a tiempo y caminar. Para aquellos que se preguntan qué pasó con mi clase: nada, llegué a las 9.30, qué haces ya a esa hora...
Día de elecciones: El día de hoy hicimos elecciones (entre los latinoamericanos de la Harris) para la mesa directiva de nuestra asociación: LAM (Latin America(n) Matters). Su servidora quedó como responsable de la comisión de relaciones públicas. Quisiera contarles algo así como que la votación fue reñida, pero la verdad es que no. Hubo una nominación y mi candidatura. La nominada no acepta la candidatura, así que por default, quedo yo. Y claro, después de la carga histórica que acompaña a nuestros países, tuvimos que tener un consejo electoral (Pablo, Claudia y Rafo) que revisara los votos y firmara las actas. En efecto, somos un caso.
El lunes tengo mi parcial de microeconomía. Desde que esta materia comenzó (o mejor dicho, desde que la conocí), no he podido simpatizar con ella. No logro entenderla ni creo que ella a mí. Somos tan dispares (seguramente ni siquiera tenemos horóscopos compatibles). Y sin embargo, debo entenderla. Según dicen, será una muy buena amiga para el siguiente trimestre y el resto de mi vida. Espero que logremos dejar de lado nuestras diferencias irreconciliables PRONTO !!!
Los jueves son mis días más pesados. Salgo de la escuela hasta las cuatro treinta, con el cerebro totalmente frito. Los jueves también son las Happy Hours de la PPSA (Public Policy Student Association) así que fuimos a congeniar y socializar (lo sé, patético, necesitas de una hora a la semana para presentarte con aquel compañero al que sólo ves de reojo en clase). Y sin embargo, en lugar de aprovechar el poco "tiempo socializable", seguimos platicando y discutiendo las lecturas... estamos enfermos de verdad.
Tan enfermos, que en las tardes, mi más grande anhelo es llegar a casa a dormir. De camino tengo recuerdos felices de los días en que anhelaba otras cosas (ir al cine, a un café, inclusive a trabajar!!). Not anymore...
Y finalmente me estoy acostumbrando a los grados Farenheit sobre los Centígrados... al menos ya salgo con la chamarra apropiada.
Me voy a cenar. Aunque no lo crean, estoy cocinando y lo hago bastante bien (créanme, la primera sorprendida fui yo que creía que moriría por intoxicación durante la primera semana). No soy de las que piensa el menú y toda la cosa. En realidad llego al produce (que es como un super pequeñito con verduras frescas y otros productos un tanto gourmet) y me paseo por los pasillos viendo qué es lo que se me antoja. Una vez que llego a casa, se me ocurren las cosas. Lo se, es extraño.
Un abrazo y un beso.
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