Hace 36 horas, realmente creía que mi "Día D" sería el día de hoy: examen parcial de microeconomía a las 10.30 AM. Para los que han estado siguiendo mis letras, saben que la microeconomía y yo no nos hemos llevado bien desde el principio. Qué hacerle, me inscribieron porque es materia obligatoria, no hay de otra.
Hace 24 horas, mi perspectiva cambió. La causa? Dos factores. El primero, una sesión dominical de estudio muy bien estructurada en casa de Cristina (amiga local, Venezolana, con un corazón y una ternura increíbles). Después de horas de lectura individual y discusión en grupo, uno comienza a conectar la teoría, los conceptos y (aunque no lo crean) el conocimiento. Si el aprendizaje es una maravilla, más lo es el entender. Segundo factor, la siempre clara perspectiva del presidencialisimo Juan Segura (amigo local, Argentino, quien hace gala de destreza al estudiar la maestría, atender a 3 hijos -4 y 2 años + el pequeño de 3 meses- y apoyar a su esposa que trabaja). En la charla, uno cae en cuenta de que viene a este país a estudiar, pero no sólo por ello. La oportunidad de estudiar es un agregado de la verdadera oportunidad: la de contar con una experiencia internacional. Las prioridades, aunque siempre presentes, pueden perderse de vista de vez en cuando. Lo que no hay que perder nunca es la noción de lo que realmente importa. Punto.
Así que llegué a mi casa, subí al departamento de Aixa (amiga local, Puertorriqueña, que vive en el mismo edificio que yo) por mis alimentos precederos (recuerdan mi pequeño incidente con el congelador?). Salimos a cenar y cuando regresé a mi depa, me senté a leer las noticias mexicanas. Platico con mi familia, me llega un email: "Fiesta de la PPSA (sociedad de alumnos de la Harris) para ver las elecciones". Caigo en cuenta: ÉSTA es una oportunidad única. Aún cuando no puedo votar en este país, he seguido de manera un tanto regular las noticias. Mañana habrá que ver el desenlace (eso, si es que en Florida o en cualquier otro de los "swing" states no deciden lo contrario...).
Ayer leí el editorial de Carlos Monsivais en Milenio.com y quiero compartir con ustedes, tres párrafos que me parecieron particularmente precisos:
"En esta etapa del neoliberalismo, sin muchísimo dinero no se triunfa en política. Tal lección y tal moraleja, en el caso de George W. Bush, explican el reemplazo de la política por la alabanza de los estados financieros, la mercadología y la manipulación de las clientelas electorales. Bush es un multimillonario hijo de un multimillonario, y su “victoria” en el año 2000, tan fraudulenta como se evidenció, no se explica sin el derroche tumultuoso que, sobra decirlo, no vino de Bush -él no paga sus campañas y es riquísimo precisamente porque no lo haría nunca-, sino, más bien, su dinero lo “predispuso” al frecuentar a sus iguales en la élite, en la vida social que, por anticipado, es un enorme fund raising, la recolección de fondos a favor de la causa de la cúpula, que dicho sucintamente va así: el poder es un puente entre los grandes negocios y el dinero aplicado a la política es el mejor ahorro, la mejor inversión a corto, mediano y largo plazo.
[...]
La invasión de Irak es el tema decisivo. Bush ha mentido sin pudor alguno, ha prometido sin entender lo que estaba prometiendo, ha dispuesto las bases de una matanza sistemática que le hace decir al filósofo Ian Buruma: “Aún es posible que la mayoría de los iraquíes estén mejor que antes al término de la guerra. Ser gobernados por Sadam Husein era lo peor que les podía haber pasado. El problema es si los Estados Unidos serán un mejor lugar luego de años de promoción del miedo, de abusos militares, de erosión de las libertades civiles, y de un flujo continuo de propaganda política que distorsiona las tradiciones más firmes de Estados Unidos. Si esa nación ya no puede ofrecer la esperanza de la libertad, refugio en caso de persecución, o la segunda oportunidad para la vida de millones de personas, el mundo entero se deteriorará. Y de esto no se podrá culpar a Al Qaeda”. (The New York Review of Books, octubre de 2004).
[...]
La elección del 2 de noviembre próximo será, de hecho, la primera elección virtual del planeta. Esta vez, en la intención y en la imaginación votarán ciudadanos de todos los países, que en las urnas mentales depositarán votos de ningún modo legales pero sí profundamente legítimos. Lo que ocurre en Estados Unidos repercute en la vida de todos, y en este sentido el gobierno de George W. Bush ha prodigado desastres y amenazas firmísimas."
Así que esperen fotografías del rostro del festejo (o de la tristeza) del siempre demócrata estado de Illinois. Mañana, me uno a la ansiedad de los estadounidenses y del mundo. Observemos.
No comments:
Post a Comment