de becaria a contribuyente fiscal...
Sí, oficialmente, se terminó el "paraíso" fiscal en el que viví desde hace 4 años: primero como becaria en proyecto de investigación (mi trabajo pre-posgrado) y luego como becaria en Chicago.
Ahora toca salir del "anonimato" fiscal y comenzar a pagar. Comienzan también las consultas con el Contador, las filas en las oficinas de Hacienda para actualizar el registro, registrar firma electrónica para el pago de impuestos, la toma de las huellas digitales (todos los dedos, excepto los pulgares), pero sobre todo, la solicitud de recibos fiscales en toda compra (bueno, toda compra deducible de impuesto).
Dijo Lincoln que nadie se escapa de morir y de pagar impuestos. Ilusa, yo que creía que solamente se refería a los EE.UU. Este mes, Hacienda me dice que no, que ahora me toca amí ponerme a tono...